Tan seguro como que hay infierno que no ve lo que se le viene encima.


Él se llamaba Confusión tocaba un viejo acordeón
Se enamoraron en un club
después del vals.
Y decían que era amor
la soledad que compartían
un día sí, cuarenta no,
y Do Re Mi se lo creía.
Igual que a ti, igual que a mí
la realidad los aplastaba
pero cerraban al dormir
los ojos y se la inventaban.
El era un tipo del montón
que se llamaba Discreción.
No le digáis
que habéis oído esta canción
si lo encontráis.

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