Todos sabemos que todo está formado por energía. Este vaso por ejemplo que nosotros lo vemos sólido en realidad no es sólido porque nada está en reposo, en realidad este vaso está formado por trillones y trillones de electrones girando alrededor de su propio núcleo. No hay nada sólido. Todo lo que nos rodea, incluso nosotros, somos energía, energía que vibra permanentemente de distintas formas. Dicen que los ciegos pueden llegar a percibir los distintos colores a través del tacto, y esto es porque cada color tiene una vibración diferente, y por ende tiene una temperatura diferente. Todo se trata de vibraciones y de cómo estas vibraciones nos afectan a nosotros. Los estados emocionales por ejemplo también son vibraciones, el amor por ejemplo. Todos sabemos que el amor es una vibración muy profunda. Cuando decimos 'esa tiene buena onda' en realidad estamos haciendo referencia a como vibra su energía. Buena onda, mala onda son vibraciones. Todos nos damos cuenta cuando alguien tiene mala onda. Todas son vibraciones, el dolor, la angustia, el sufrimiento, la tristeza. No necesitamos ver a alguien para ver cómo está. Las emociones son la forma en que vibra nuestra energía, por eso la depresión puede llegar a enfermar un cuerpo, y todo lo contrario la felicidad lo vuelve a uno más lindo, más joven. Por eso siempre les decimos que acá en Mandalay están protegidos, porque acá hay buena energía, y la mala vibra no puede entrar. Estamos atravesados por distintas energías. Tenemos que ser fuertes y no dejarnos afectar, porque vivimos en un mundo de vibraciones y no todas son buenas.

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