una sonriza, una blasfemia y dos derrotas


Hay algunos que dicen que
todos los caminos conducen a Roma,
  y es verdad porque el mio
me lleva cada noche
al hueco que te nombra Y le hablo 
y le suelto
una sonriza, una blasfemia y dos derrotas
quedo atado a tus ojos
y duermo con tu nombre besando mi boca

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